Tsugumi. Nostalgia para llevar.
- esmeraldaclrd
- 11 jul 2020
- 3 Min. de lectura
Banana Yoshimoto, 1987.
Sobre la autora.
Mahoko Yoshimoto (1964, Tokio, Japón)
El pseudónimo “Banana” nace de su gusto por las flores rojas del banano. Su primera novela “Kitchen” publicada en 1987 (mientras Mahoko aún era estudiante) cuenta con más de 60 ediciones distintas en Japón, dos adaptaciones cinematográficas, ha sido traducida a más de 20 idiomas y la hizo acreedora del Newcomer writers prize ese mismo año.
Sobre la obra.
Las obras de Yoshimoto tienen un estilo prístino, razón por la cual es constantemente comparada con Haruki Murakami. Not quite sure que en realidad sean similares, lo que sí comparten es la alta difusión de sus obras en editoriales fuera de Japón. Son contemporáneos muy distintos, a pesar de que sus novelas comparten características de contenido similares ocasionalmente.
Algunos de los elementos característicos de la trayectoria de Yoshimoto, (y personalmente lo que me hace buscar tanto sus novelas) son las representaciones de transiciones, en el caso de Tsugumi hay un evidente énfasis en el paso de la infancia a la madurez, la intensidad de las primeras emociones, el contraste del hogar en el que creció con la ciudad y los constantes esfuerzos para mantener una amistad que representa los recuerdos de todo lo mencionado anteriormente.
Se presta también atención especial al mar, las festividades de verano y como estas representan el final de múltiples ciclos para las protagonistas dentro de la historia, la cual se desenvuelve en un pequeño pueblo costero en la península de Izu.
“Es curioso: cuando estás con alguien frente al mar, da lo mismo hablar que no decir nada. No te cansas de mirarlo. Y, por ensordecedor que sea el fragor de las olas al romper, nunca te parece demasiado fuerte.”
El plot.
Maria Shirakawa se ha marchado a Tokio para iniciar la universidad, la invitación de Tsugumi a pasar un último verano juntas en el hostal en el que ambas crecieron, hará que María regrese al pequeño pueblo costero acompañada de la personalidad arisca de su prima.
Durante ese verano, ambas tendrán contacto con la intensidad de las primeras emociones, el verdadero significado del hogar, la familia, un constante recordatorio de la cercanía de la muerte, y la melancolía con la que viene acompañada la decisión de dejar todo atrás.
Notes.
Tsugumi, fue una lectura de healing para iniciar el verano, sobre todo después de los meses agitados que continúan sacudiéndonos.
Creo que una de mis partes favoritas fue el segundo capítulo, varios de los pasajes del libro hacen referencia a la relación entre María y su madre, quien, a pesar de mantener una buena relación con el padre, vive bajo el constante estigma de ser una madre soltera.
La mayor parte del capítulo me hizo pensar constantemente en la mía y nuestros veranos calurosísimos en Linares, las visitas al rio que siempre estaba protegido del sol por las ramas gigantescas de los Sabinos que llenaban las orillas, allí nos refrescábamos sentadas en la cajuela abierta del auto mientras Kiva (nuestra ovejera australiana) chapoteaba en el agua.
La complicidad con la que pasábamos los días acompañadas solo por nuestros perros se convirtió en algo en lo que pienso mucho desde que empecé a vivir sola en Monterrey.
“Por eso estoy segura de que, a menudo, esa incertidumbre le provocaba cansancio y ganas de llorar. Y como yo comprendía sus sentimientos, crecí sin pasar por la fase de adolescencia rebelde”
Tsugumi es una historia estival y muy suave, lo que hace que sea muy sencilla de digerir; los componentes secundarios que la autora hace parte de la historia convierten al libro en un elemento muy especial, casi devorable.
Banana Yoshimoto logra que sientas que puedes oler la sal del mar.
Esmeralda C.
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