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Pétalos. Y otras historias incómodas.

  • Foto del escritor: esmeraldaclrd
    esmeraldaclrd
  • 21 jun 2020
  • 2 Min. de lectura

Guadalupe Nettel.

18 de Junio, 2020.


Seis cuentos sobre individuos comunes, con vidas ordinarias; probablemente alguien a quien pasas en la calle y no te hace voltear la mirada.

Guadalupe Nettel escribe sobre las peculiaridades que nos habitan y que sólo se atreven a salir cuando estamos seguros dentro de nuestras cuatro paredes.




" Los relatos no intentan provocar en quien los repasa un placer sublime, equilibrado. Persiguen, felizmente, un objetivo menos saludable; incomodar, provocar comezón. Además: emplean las formas del cuento tradicional para no lo común, sino lo extravagante; para iluminar los bordes y no el centro."

- Rafael Lemus para letras libres, 2008.


Sobre la autora y la obra.

Traducida a casi 20 idiomas, ganadora del premio Heralde de novela 2014, Nettel es cuentista, novelista y ensayista.

Desde 2017 es la directora de la revista de la Universidad de México y la segunda mujer a cargo en 88 años de historia.


Desde su debut en el 2005 con El Huesped, publicado por la editorial Anagrama (después de 59 cartas de rechazo de distintas casas editoras) Nettel se ha enfocado principalmente en escribir sobre personajes poco convencionales, los solitarios, los freaks que se disfrazan todos los días bajo las caretas de sujetos comunes.


Este es definitivamente ese libro de cuentos que se puede llevar contigo a cualquier lugar, y en cualquier trayecto. Es de esos que se puede mantener en tu mesita de noche para las lecturas antes de dormir o que se puede devorar en una sola sentada en la sala.


Mis dos cuentos favoritos (información que nadie solicitó) son Bezoar y Bonsai, en ese orden. Y ya sé que probablemente suena a que mi inclinación por las plantas tiene algo que ver en esta parte, no podría negarlo con seguridad, pero definitivamente yo se lo atribuiría más al talento evidente de Nettel que a las plantas en sí.


“Así fue como lo supe, mi mujer era una enredadera’ suave y brillante. [—Por eso le gusta tanto la lluvia— pensé, mientras que yo no la soporto.] Durante algunos minutos me quedé pensando en Midori, en su manera callada de infiltrarse en cualquier espacio y de tomar posesión de mi vida.”

- Extracto de Bonsai, página 50.



Pétalos fue uno de los libros que estuve alternando mientras leía The Memory Police. Mayo fue un mes que pesó más de lo que usualmente nos sentimos capaces de cargar, y combinarlo con una novela distópica como la de Ogawa pudo no haber sido una de las mejores ideas (hablando de las sensaciones que despierta) pero alternar un poco de esto con un poco de aquello, resultó en que la incertidumbre y el dolor de nuestra realidad fueran un poco más llevaderos.


Quiero pensar que cuando este momento quede en el pasado, y veamos hacia atrás, recordaremos absolutamente todo; recordaremos la injusticia que se evidenció aún más ante nuestros ojos, la fragilidad de nuestra mera existencia, el poder que reside en nosotros como colectividad, y todos los libros que nos acompañaron mientras la primavera seguía sucediendo afuera.


Esmeralda C.



 
 
 

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